Segunda Parte
Cuando te vi por primera vez, estaba segura de que te conocía de alguna parte. Sentí que te reconocí, no que te conocí. Sentí una emoción como cuando finalmente estoy en un concierto de mi artista favorito.
El viaje que llevaba mucho tiempo esperando y por fin puedo hacerlo realidad.
Fue como si se cayera una piedra de mi corazón porque finalmente terminé un proyecto que me estaba dando dolores de cabeza e insomnio.
Te reconocí y en el fondo lo supe.
Eres el personaje principal de mis sueños. He soñado mucho contigo.
Aquel cuyo rostro nunca pude ver. Me desperté en el momento en que se giró hacia mí.
Ese personaje que estuvo grabado en mi mente durante días.
Y siempre sospeché que el verdadero debería darme mariposas en el estómago.
Debería crear paz y armonía para mí. Hacerme olvidar todo. Como meditación.
Como ese abrazo que tanto necesito cuando estoy sola, encerrada en una habitación, sin ganas de nada y todo me parece negro. Lo que calma los latidos de mi corazón y ahuyenta mi ansiedad. Lo que me hace respirar mejor.
Lo que me calienta por las noches cuando no puedo dormir por el frío y por las mañanas cuando no quiero levantarme de la cama.
Ese olor que de repente me envuelve, y ni siquiera sé qué es ni de dónde viene.
No hay nadie alrededor. Solo yo y mis pensamientos.
Lo conozco, es mi favorito, pero ¿cómo sé de él? ¿Cuándo lo he olido? ¿Dónde?
Como el aire de una montaña que respiro y dejo acceder en lo más profundo de mí.
Como que me limpiará de toda la suciedad que se ha acumulado en mi interior.
Y a cada una de las preguntas, “¿Por qué yo? ¿Por qué me elegiste?”, pude ver la respuesta en tus ojos. Lo entendí, aunque no sabía cómo explicarlo.
Porque siento que esto es lo verdadero.
La intuición no miente. La energía no miente, es el mejor detector.
Y estoy convencida de que juntos podemos descubrir qué hay más allá del infinito.
Descargo de responsabilidad:
Las historias están sazonadas con mucho dramatismo, y los personajes son ficticios, porque el drama comienza cuando termina la lógica. ☺
Comments