Capítulo 6
Él: ¿Hola, Podemos hablar?
Yo: No te molestes por hablar después de tanto tiempo…
Él: Tú no eres ninguna molestia, tú eres mi deseo.
Yo: Pues lo siento mi vida, quedaré tu único deseo que nunca se cumplió.
Él: ¿Qué tengo que hacer para que no te vayas de mi lado? Solo dime…
Yo: Amor, ya es tarde para que hagas cualquier cosa. Yo ya me resigné a la idea que me vas a dar un chance.
Ya no quiero ilusionarme y hacerme ideas que nunca pasaran.
Él: Es porque no quieres que pasen. Deja que el tiempo fluye y vemos que pasa con nosotros.
Yo: El tiempo fluyo demasiado, fluyo hasta que no dejo nada atrás. Ni una sola gota de esperanza.
Él: No es así. Yo siempre estuve aquí. Siempre estaba listo para escucharte y ayudarte en lo que sea, a la hora que fuera necesario.
Yo: Si mi vida, tú fuiste aquí solamente cuando tú querías, no cuando yo te necesitaba.
Iba a luchar contra todos y contra todo.
Iba a luchar por ti, por mí, por nosotros y por lo que podíamos tener y nunca tuvimos.
Ahora solo me queda luchar contra mí misma,
Luchar a no sonar contigo.
A no esperar tus llamadas que nunca llegaran.
A que mis ojos no se llenan de tristeza cuando mi mente de repente se dirige a ti.
A que mi boca no se vuelve seca tras pronunciar tu nombre y a no poner atención al escucharlo. Como si cada segunda persona a mi alrededor se llamara como tú.
Me persigues y ya no puedo así.
Ya no quiero seguir así. No me llames más…
Él: ¿Es eso que quieres? ¡Veámonos y dímelo a la cara, viendo me a los ojos!
Yo: No lo puedo hacer porque cada vez que me miras me pierdo y se me olvida todo.
No es lo que quiero, sino lo que debo hacer.
Tú no sabes respetarme ni amarme.
Déjame intentar olvidarte.
¡Déjame ya! ¡Adiós!
Él: Lucía espera, deseo…
(Línea desconectada)
Descargo de responsabilidad:
Las historias están sazonadas con mucho dramatismo, y los personajes son ficticios, porque el drama comienza cuando termina la lógica. ☺
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