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Pausa

Actualizado: 25 ago 2023

Capítulo 4

 

Me desperté en una cama de hospital. Frenética. Todavía no me dejan verte.

No me dicen cómo estás. Lo último que escuché es que estás en estado crítico y debo prepararme para lo peor.

¿Y cómo preparas a una persona para algo así?

Me repararon las heridas, recibí una infusión… Me dolía todo el cuerpo. Fue como si me hubiera atropellado un camión.

Cuando finalmente me permitieron levantarme, salí de la habitación. Toda tu familia estaba en el pasillo.

Y no tenían información. No hay noticias. Dijeron que te hicieron varias pruebas.


Pasaron las horas. Los médicos entraban y salían de tu habitación. Estaba a unos pasos y parecían kilómetros.

Preguntas de todos lados. Todos querían saber qué pasó. Cómo caímos al río.

Les conté brevemente, al menos lo que podía recordar en todo ese caos.


Les dije que se suponía que me llevarías a casa y a la mitad cambiaste de opinión…

Les dije que discutimos, pero no por qué…

Les dije que no querías llevarme a casa y seguiste conduciendo…

Y les dije que no recuerdo cómo perdiste el control. No recuerdo cómo nos salimos de la carretera.


También vino tu novia. ¿Qué debo decirle? La verdad, como si tu situación no fuera suficiente para ella. O esconder, para no destrozarla.

Me preguntó qué hacíamos juntos. ¿Si pasó algo entre nosotros? A ella no le importaba ni cómo me sentía. Pero no la culpo.

Sin embargo, no, no podía decirle que me rogaste que te diera una oportunidad.

No podía decirle que me estabas mostrando amor.

No podía decirle que estabas enfadado porque yo estaba con otra persona en la discoteca.

Ni siquiera que me dijiste que supuestamente yo era solo tuya.

No me atreví.


Le dije que te habías ofrecido a llevarme a casa, luego empezamos a discutir y tú seguías conduciendo…

Le dije “No te preocupes, él te ama”.

Me di la vuelta y fui a tomar aire.


En ese momento salió el doctor y se dirigió hacia nosotros. Todos estábamos esperando…

—“¿La familia de Mateo?”

—“Sí, nosotros. ¿Cómo está, doctor?”

—“Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos”.


Las palabras me cortaron el alma… Me quedé sin palabras. Empecé a perder el conocimiento. Tenía miedo de escuchar lo que tenía que decir a continuación…


—“Desafortunadamente, Mateo está en coma. No sabemos cuánto tiempo pasará, si se despertará y cuándo… solo tenemos que esperar, desear y orar por su pronta recuperación”


El médico continuó explicando qué había provocado esto… Pero no pude escuchar qué más estaba diciendo… No pude mantener la concentración.

Mateo está en coma. Puede quedarse así por el resto de su vida, puede despertarse y no recordar nada, o puede que no se despierta…


Nuestra larga... situación, ¿acabará aquí?

¿Es así como terminará?

¿Es así como nos separaremos?

¿Es este nuestro fin?

¿Es esto?




Descargo de responsabilidad:

Las historias están sazonadas con mucho dramatismo, y los personajes son ficticios, porque el drama comienza cuando termina la lógica. ☺



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